jueves, 31 de marzo de 2011

Invitación a formar parte de la Comisión Promotora del Instituto de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Cuyo (IDEGE- UNCUYO).

La Secretaria Académica de la Universidad Nacional de Cuyo Estela M. Zalba tiene el agrado de invitar a usted a formar parte de la Comisión Promotora del Instituto de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Cuyo (IDEGE- UNCUYO).


Al ser incorporada/o como miembro tendrá derecho a:
  • ser elegido/a representante en la Comisión Directiva;
  • ser invitada/o a participar en proyectos y programas;
  • ser informado/a periódicamente sobre las actividades y reuniones del instituto; y
  • ser convocada/o para las actividades encaradas por el Instituto.
Puede solicitar la incorporación:
  • Docentes  de la UNCuyo que serán incorporados como miembros plenos
  • Estudiantes y graduados/as de la UNCuyo
  • Integrantes de organizaciones de la sociedad civil y personas interesadas en general.

Para solicitar la incorporación se debe descargar los formularios colgados a continuación, llenarlos como se indica en los mismos y entregarlosen el Instituto de Estudios de Género, ubicado en Espacio Recreo (ex-Eureka) sala Sara Rietti por la mañana.

Descarga de formularios:

Formularios para Docentes

Formulario para estudiantes y graduados/as

Formulario para OSC y personas en general 


El reglamento para la conformación de los Institutos de la UNCuyo se puede consultar en http://www.imd.uncu.edu.ar/upload/Reglamento_General_de_los_Institutos1.pdf

lunes, 28 de marzo de 2011

Conferencia: El día internacional de las mujeres en Italia a cargo de Susana Tampieri


Conferencia a cargo de la escritora Susana Tampieri, quien expondrá sobre el libro de Alejandra Gissi, "Otto marzo. La giornata Internazionale delle donne in Italia” y sus repercusiones europeas.



Jueves 31 de marzo, a las 18:30.
Aula Magna de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales(UNCuyo) 


Organiza:
Instituto de Estudios de Género
IDEGE-SA-UNCuyo

Invita:
Secretaría Académica - UNCuyo

martes, 22 de marzo de 2011

Políticas Públicas y género: Desafíos para los gobiernos locales de Mendoza, CAP-UNCuyo

El CAP-UNCuyo organizó  el taller Género y Políticas Públicas Locales en el marco del XXXVI aniversario del Día Internacional de la Mujer. El IDEGE fue intivado a participar.

Ver nota http://politicaspublicas.uncu.edu.ar/articulos/index/propuestas-de-las-areas-mujer-de-los-municipios-a-la-uncuyo

Ver video elaborado para la actividad:



Video: Políticas Públicas y género: Desafíos para los gobiernos locales de Mendoza, CAP (Consejo Asesor Permanete), UNCuyo (8 de marzo de 2011).

jueves, 17 de marzo de 2011

A un siglo de conmemoraciones del 8 de marzo, día Internacional de las Mujeres. Sobre viejas y nuevas significaciones

Por alejandra ciriza
CONICET – IDEGE-UNCuyo

Dibujo: Martina Carminati

A las que cayeron
A las que siguen
A las que vendrán...
Allá va mi carta cálida,
paloma forjada al fuego,
con las dos alas plegadas
y la dirección en medio.

Rafael Alberti 



El 8 de marzo, día internacional de las mujeres, ha cumplido más de un siglo. ¿Qué conmemoramos las mujeres los 8 de marzo? ¿Festejamos las mujeres los 8 de marzo?
El señalamiento de esta fecha como día Internacional de la Mujer Trabajadora fue iniciativa de la dirigente socialista y feminista Clara Zetkin (Sajonia, 1857, Moscú 1933) durante la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, reunida en Copenhague en 1910, y fue establecida en homenaje a la lucha protagonizada por miles de trabajadoras en Europa, Estados Unidos, América Latina.
La fecha en cuestión marcó el inicio de una referencia en el tiempo que nació, por así decir, acompañada de debates ligados a las coyunturas históricas y de rituales más o menos regulares, según las posibilidades de los movimientos de mujeres para poner en escena sus demandas. El 8 de marzo estuvo, entonces, históricamente asociada al combate por sus derechos de las oprimidas entre las oprimidas. Tuvo y tiene una tradición de revuelta contra el orden establecido. Desde entonces los debates y polémicas recurren: sobre si festejo o conmemoración; sobre si un día del género humano, varones y mujeres, personas con orientación sexual diferente, o un día específico para las mujeres; también sobre tópicos diversos que muestran las marcas de las coyunturas: las guerras, la lucha de clases, los derechos de las/los afroamericanas en EEUU, de las mujeres y los pueblos originarios nuestro continente, las posibilidades de supervivencia del mundo que habitamos, la significación que la fecha tiene para nosotras, las del sur.
Lo cierto es que el 8 de marzo se ha hecho visible urbe et orbis, internacionalista desde el principio, al ritmo de los combates mujeriles del siglo XX y sus continuaciones en el siglo XXI, de la mundialización capitalista y su contrapartida, la emergencia de un movimiento altermundialista.
Lo cierto es que, si los significados del 8 de marzo son imposibles de unificar, la diferencia sexual es reconocida hoy, en buena medida merced las movilizaciones y manifestaciones marcias, como portadora de consecuencias políticas discriminatorias hacia las bio-mujeres. Marcado por el pasado, reactualizado en el presente, el 8 de marzo continúa convocándonos a la reflexión, interrumpiendo la supuesta homogeneidad del tiempo, instalando con los rituales y debates que la cadencia anual de las fechas produce, una interpelación para pensar y debatir sobre los derechos de las mujeres, sobre sus significaciones hoy.
Si a principios del Siglo XX las mujeres padecían brutales relaciones de explotación y dominación en su condición de trabajadoras y si, sólo por ser mujeres, estaban inhibidas de votar y privadas de derechos civiles, hoy se ha avanzado considerablemente. Hemos recorrido, se dice, un largo camino, pero quedan aún muchos por recorrer. Si a principios del siglo XX la lucha de las feministas estaba orientada al logro de derechos en el mundo del trabajo y a la demolición del capitalismo para quienes se hallaban empeñadas en la construcción de un mundo socialista, y a la conquista del derecho al sufragio, que incluía a un espectro político más amplio, las luchas del siglo XXI se realizan sobre el terreno de los derechos conquistados, sujetos a avances y retrocesos, y de las nuevas condiciones que el mundo que habitamos produce.
Diversos autores, desde Rudolf Bahro a David Harvey, desde Immanuel Wallerstein a Vandana Shiva, desde Edgardo Lander a Ivone Gebara han señalado en los últimos años la crisis de la forma de relación de los seres humanos con la naturaleza, De allí que la cuestión de la lucha en defensa de la naturaleza externa e interna, la naturaleza que somos y en la que vivimos, ocupe un lugar cada vez más relevante en la agenda de las feministas y del movimiento de mujeres.
Sin dejar de hallarse concernidas por lo que podríamos llamar los “viejos reclamos”, como el reclamo por condiciones dignas de trabajo, o la participación política, las mujeres insisten hoy con mayor énfasis en el derecho a tomar decisiones autónomas sobre el propio cuerpo, llaman la atención sobre los riegos que el actual modelo de acumulación capitalista implica para la supervivencia del planeta y de la especie, señalan las amenazas del cambio climático, de la pérdida de biodiversidad (tan vinculada al uso de las biotecnologías como nuevo campo de inversión), advierten sobre los peligros que corren elementos vitales como el agua, insisten sobre los riesgos a los que nos conduce la colonización mercantil de los rincones más recónditos de la naturaleza en aras del afán de lucro y de la obtención de ganancia.
Las que vendrán… (o tal vez más bien las que en el presente heredan ese pasado) siguen tras los pasos de las que las precedieron, recuperan fragmentos de las tradiciones pasadas en razón de los debates sobre el presente, procuran, ya desde hace un tiempo, por la confluencia entre la defensa de los derechos de las mujeres y la defensa de la naturaleza, de nuestros cuerpos y de las condiciones para la vida. A menudo lo hacen recurriendo a viejas metáforas, otras veces produciendo críticas políticas determinadas a los efectos específicos de las nuevas tecnologías de depredación de la naturaleza sobre las vidas de las mujeres, sobre la vida de todas y todos las/los seres humanos.